Fuente: Iberia

Daniel Iberia

Ya llevamos más de 300 ilusiones cumplidas desde que en el año 2001 empezamos a colaborar con Make A Wish para cumplir las ilusiones de niños y niñas con enfermedades graves. Son muchas familias las que han podido hacer realidad la ilusión de sus pequeños; todas tienen historias emocionantes de superación, pero el pasado 21 de julio sucedió algo que no había pasado hasta entonces, ¡tres ilusiones juntas! Tres familias volaban en el mismo vuelo a París, un vuelo cargado con la ilusión de Almudena, Daniel y Daniella.

Almudena tenía la grandísima ilusión desde que era muy pequeña de poder viajar a Disneyland. Daniel, de 5 años, es el mejor amigo de Spiderman, y quería conocerle en persona. Daniella, también de 5 años, estaba contentísima porque iba conocer a sus amigas las princesas. En el aeropuerto de Madrid, nuestros compañeros de Atención a pasajeros les estaban esperando junto al mostrador 790 para hacer la facturación y acompañarlos hasta la puesta de embarque.

Las tres familias estaban a punto de cumplir la ilusión que tanto tiempo llevaban esperando, y su alegría era contagiosa. Ya en el avión la tripulación les estaba esperando, y estuvieron pendientes de todo momento para que el vuelo de estos niños y sus familias fuera inolvidable.

Almudena, Daniel y Daniella, están ya de vuelta, y nos han contado que se sintieron inmensamente cuidadas y mimadas durante todo el viaje.

“Ha sido increíble. No tengo palabras para agradecer lo que habéis hecho por nosotros. Mi primera vez en dos años y cuatro meses que no pienso en el cáncer de mi hija. GRACIAS”

“Ver a Dani emocionado y sonriendo cada segundo ha sido inolvidable. Alba igual, estaban los dos felices y super emocionados. Se han olvidado por completo de los aislamientos, medicinas, pinchazos y hospital. Sentir su felicidad máxima y ver así a nuestros pequeñines nos ha dado ese chute de energía que necesitábamos para continuar la batalla.”

“Todas las personas implicadas en este proyecto tan mágico nos han tratado con una atención exquisita, con un cariño y un mimo maravillosos. En el vuelo de vuelta, el comandante tuvo la deferencia de salir a saludarnos personalmente al finalizar el vuelo y a hacerse una foto con nosotros y el resto de la tripulación. No hay palabras suficientes para agradeceros tantísimo. Detalles impagables que nos han dejado una huella imborrable. GRACIAS»·.