Fuente: DGAC Chile
El origen de la principal terminal aérea de nuestro país, Aeropuerto Arturo Merino Benítez, se remonta al año 1965, cuando una comisión de expertos norteamericanos (Misión Brett), realizó un estudio para determinar la mejor ubicación para el nuevo recinto aéreo de Santiago de Chile, en reemplazo del Aeropuerto de Cerrillos, que ya no satisfacía los requerimientos de modernidad de aquellos tiempos.
El financiamiento se obtuvo a través de un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y por sus características topográficas y obstáculos naturales, se escogió Pudahuel, un sector al poniente de la capital chilena, razón por la que el nuevo aeropuerto adoptó su nombre más conocido (aeropuerto Pudahuel).
El 9 de febrero de 1967, durante el gobierno del Presidente Eduardo Frei Montalva, se inaugura el Aeropuerto Pudahuel, actual Aeropuerto Arturo Merino Benítez (AMB) de Santiago. La ceremonia estuvo encabezada por el primer mandatario, en compañía de las máximas autoridades del país.
El 19 de marzo de 1980, recibió el nombre de Aeropuerto Arturo Merino Benítez, en honor al principal precursor de la aviación civil y comercial de Chile, fundador de la Fuerza Aérea de Chile, institución de la cual fue su primer Comandante en Jefe.
Luego de dos décadas de operación y debido al continuo crecimiento de la actividad aérea, la terminal se hizo pequeña para recibir vuelos nacionales e internacionales. Por este motivo, se inició la construcción de un edifico para vuelos internacionales, dejando el existente exclusivamente para vuelos domésticos.
Fue así como el 14 de febrero de 1994, durante el gobierno del Presidente Patricio Aylwin, se inauguraron modernas dependencias de 25 mil metros cuadrados de superficie para vuelos provenientes del extranjero. Las nuevas dependencias incluyeron tres pisos climatizados y equipados para brindar el máximo de comodidad al público y para movilizar alrededor de 4 millones de pasajeros y 200 mil toneladas de carga al año.
La Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) incorporó en estas instalaciones, modernas ayudas visuales y la implementación del Sistemas de Aterrizaje Instrumental (ILS) que permitió al aeropuerto operar en categoría III A (aterrizar con 200 metros de visibilidad y despegar con 175), ubicando a Chile en un excelente nivel respecto de otros aeropuertos del mundo.
Debido al constante crecimiento económico del país, el transporte aéreo se convirtió en uno de los medios de transporte más utilizados por los chilenos para movilizarse dentro y fuera del país. En marzo de 1996, el Presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle, dio a conocer la nueva “Política Aeroportuaria”, que permitía la incorporación del sector privado al financiamiento para la construcción de aeropuertos en Chile.
En mayo de 1998, comienza una nueva ampliación y remodelación del Aeropuerto Arturo Merino Benítez. El 15 de diciembre de del año siguiente, se inauguró una nueva etapa, que aumentó su capacidad incluyendo la construcción de la nueva Torre de Control de 65 metros de altura; una plataforma de estacionamiento de aeronaves de 75 mil metros cuadrados; el aumento de 4 a 10 puentes de embarque; la ampliación de las terminales internacional y de carga, además de nuevos edificios para la DGAC, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG9 y Aduana.
A partir del año 2001, se sumaron diversas mejoras en su infraestructura, entre las que destaca la ampliación de la pista y la construcción de una segunda pista (17R) de 4 mil metros, que se entregó el año 2005. En la pista antigua (17L) se implementó el Sistema ILS Categoría III B, que permite aterrizajes y despegues con sólo 50 metros de visibilidad.