Fuente: Iberia

Hola. Soy Mohamed Sif, empleado de Iberia en Marruecos; trabajo en el equipo de Carga aunque colaboro mucho también con el equipo de Ventas. Dentro de unos meses me jubilaré, con pena en el corazón tengo que admitir, porque mis años en Iberia han sido intensos y muy felices.

Como en el resto del mundo, también en Marruecos hemos sufrido los efectos de la pandemia. Dejadme que os cuente cómo ha sido mi experiencia en estos difíciles meses.

Aquí también estuvimos confinados, cada uno en su domicilio correspondiente, así que el teletrabajo y las reuniones de coordinación vía videoconferencias han sido una constante desde el mes de marzo. Os suena, ¿verdad?

Los primeros meses fueron una locura. Desde casa atendíamos las peticiones de los clientes que no podían viajar o salir de Marruecos a causa del Covid-19; aunque al principio sin poderles ofrecer la solución que ellos querían: volver a sus hogares. ¡Qué alegría cuando nos autorizaron a hacer un vuelo de repatriación desde Casablanca! Casi estábamos más contentos nosotros, en la delegación, que los propios clientes.

Pero después de la euforia vino la tristeza de no ver nuestros aviones en los aeropuertos marroquíes. Sabíamos que era algo temporal, así que enseguida nos pusimos en marcha y aprovechamos el tiempo de inactividad de vuelos para atender todas las incidencias de los clientes tras su llegada a destino y puedo confirmar que, a día de hoy, todos los expedientes están regularizados.

A mediados del mes de junio nos empezamos a preparar para abrir nuestras oficinas de Casablanca, a pesar de que el confinamiento establecido por parte de las autoridades marroquíes seguía vigente. ¡Qué ilusión volver a la oficina! Así que nos pusimos manos a la obra: se desinfectó la oficina, instalamos mamparas en los puntos de atención al cliente, pusimos dosificadores de gel hidroalcohólico, cartelería para mantener el distanciamiento entre las personas e incorporamos un sistema para control de temperatura para todos los visitantes de la oficina.

En octubre tuvimos una reunión por videoconferencia muy especial, ya que nos anunciaron que el 2 de diciembre operaríamos el primer vuelo Madrid-Casablanca. No os podéis imaginar lo contentos que nos pusimos todo el equipo de Ventas y los no Ventas. Terminamos la reunión con un gran ánimo, entusiasmo y un enorme deseo retomar nuevamente la actividad. Como se dice ahora, fue nuestro “trending topic” durante semanas porque se lo contamos a todo el mundo: familiares, clientes, conocidos, y por todas las vías, páginas web, teléfono, medios sociales…

A partir de la segunda semana de octubre empezamos a recibir multitud de llamadas y consultas de clientes particulares y agencias de viajes marroquíes que querían viajar. De momento, nuestra operación sería con un avión pequeño de Iberia Regional Air Nostrum, pero todos estábamos ansiosos por volver a volar y nos pareció un avance enorme.

Y llegó el día. El 2 de diciembre. El primer vuelo. Un día que estará grabado siempre en nuestra memoria y en nuestros corazones. Por el momento ofrecemos vuelos especiales, tres vuelos a la semana con aviones con capacidad para 100 pasajeros pero, a partir del 10 de enero, volverán a ser vuelos regulares, y espero que podamos ampliarlos no tardando mucho; ojalá.

Dejadme que termine con una reflexión que podemos aplicarnos todos, estemos en Marruecos, en España o en cualquier otra parte del mundo: el Covid-19 nos ha demostrado que tenemos que tener fuerza para convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos, sin importar en la difícil situación en la que nos encontremos. Tenemos las habilidades y la capacitación para hacerlo, y cada día mejor que el anterior. Cada día como si fuera el primer día, aunque estés a punto de jubilarte como yo.

Un abrazo desde Casablanca,

Mohamed