Fuente: TIACA
La mayoría de las veces escribimos sobre el mayor desafío de la carga aérea que es equilibrar la oferta y la demanda, pero hay un tercer componente en esta ecuación igualmente importante, a saber, la infraestructura y la capacidad. Si existe demanda de carga sensible a la temperatura o valiosa o cualquier forma de carga especializada pero no existe la infraestructura correspondiente, entonces la carga debe moverse por medios alternativos. Por lo tanto, necesitamos infraestructura terrestre para liderar el ciclo en preparación para que la demanda se materialice a fin de que se adquiera el suministro y pueda producirse un transporte exitoso.
Esto fue más evidente durante la crisis de la COVID-19, cuando las primeras vacunas estaban listas para su distribución, y los criterios clave eran las instalaciones de cadena fría en los puntos de origen y destino y, lamentablemente, numerosas evaluaciones previas a la distribución descartaron la mayoría de los destinos africanos porque existían muy pocas instalaciones adecuadas.
Por lo tanto, para abordar el tercer componente del éxito de los envíos, es necesario realizar una evaluación del mercado para determinar las importaciones y exportaciones planificadas. Con posterioridad, se debe establecer un programa de inversión para introducir instalaciones e infraestructura adecuadas, junto con un enfoque innovador para el diseño de soluciones, incluida la introducción de automatización avanzada y robótica, que permite una utilización eficiente y optimizada de las instalaciones. Esto también es fundamental para reducir el riesgo de falta de mano de obra, si se confía en los procesos manuales.
El éxito de la infraestructura también debe equilibrar los volúmenes actuales de demanda, así como el crecimiento futuro planificado, junto con un acceso simplificado al aeropuerto, un espacio adecuado en las rampas de entrada y salida y, por supuesto, un nivel adecuado de personal calificado para administrar. En general, las cadenas de suministro son tan fuertes como su eslabón más débil, por lo que la infraestructura y las instalaciones de última generación son cruciales para el crecimiento de la industria y el éxito futuro.