Fuente: IATA

La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (en inglés IATA) destacó tres prioridades críticas para el progreso sostenido en la seguridad de la aviación al inaugurar ayer en Marrakech, Marruecos, la Conferencia Mundial de Seguridad y Operaciones de la IATA 2024. La industria debe centrarse en fortalecer continuamente los estándares globales, la cultura de seguridad y el uso de datos para mejorar el desempeño frente a los crecientes desafíos operativos, numerosos conflictos regionales y amenazas de ciberseguridad en evolución.

“La seguridad es la principal prioridad de la aviación. Más de 4.400 millones de viajeros volaron de forma segura en 2023, a pesar de un entorno operativo cada vez más complejo. Para avanzar aún más, debemos priorizar los estándares globales: implementación y modernización continua. También debemos continuar cultivando una cultura de seguridad con énfasis en la colaboración y un liderazgo fuerte. Y debemos utilizar las capacidades de análisis de datos en rápido crecimiento para comprender mejor los riesgos e impulsar la innovación. En conjunto, se trata de una estrategia ganadora para hacer que nuestra industria segura sea aún más segura”, afirmó Willie Walsh, director general de la IATA.

Estándares globales

Los estándares y las mejores prácticas globales son vitales para sostener e impulsar mejoras en la seguridad. La IATA describió dos ejemplos críticos:

  • Transición a IOSA basada en riesgos: La Auditoría de Seguridad Operacional (IOSA) de la IATA proporciona un estándar de seguridad reconocido mundialmente para las operaciones de aerolíneas con una historia de 20 años de apoyo a operaciones seguras. La tasa de accidentes promedio de 2019-2023 de las aerolíneas IOSA fue de 0,84 por millón de sectores, lo que es casi tres veces mejor que el promedio de 2,24 que no son IOSA. Un número creciente de gobiernos está adoptando IOSA para utilizarlo en sus programas de supervisión de la seguridad.

La transición a Auditorías IOSA basadas en riesgos, que se centran en abordar riesgos específicos relevantes para aerolíneas individuales, fortalecerá aún más la eficacia de la auditoría. Se han realizado un total de 63 auditorías basadas en riesgos desde 2023, cuando comenzó el programa, y ​​la transición completa se completará a finales de 2024.

  • Publicación oportuna de informes de accidentes de aviación: los informes de investigación de accidentes son un recurso de seguridad fundamental que permite a la industria aprender continuamente a partir de la comprensión de las causas fundamentales de los accidentes. Sin embargo, desde 2018, el último Informe Anual de Seguridad de la IATA ha destacado que solo el 48% de los accidentes han tenido un informe final publicado, como exige el Anexo 13 del Convenio de Chicago. Es necesario abordar esta brecha. La IATA pide a todos los gobiernos que den prioridad al cumplimiento de esta obligación de seguridad esencial. Un documento de trabajo y un plan de cinco puntos, desarrollado por la IATA y respaldado por varios estados, avanzarán en la Asamblea de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) el próximo año.

Cultura de seguridad

La cultura juega un papel esencial en la seguridad aérea. Para construir una cultura de seguridad sólida, los altos directivos deben crear un entorno en el que los empleados se sientan capacitados para plantear inquietudes sobre seguridad, respaldados por procesos claros y accesibles que garanticen que los problemas se aborden con rapidez y eficacia. Además, fomentar canales abiertos para compartir mejoras de seguridad en toda la industria es fundamental para impulsar el progreso.

Para fortalecer aún más la cultura de seguridad de la aviación, la IATA, con aportes de toda la industria, ha desarrollado:

  • La Carta de Liderazgo en Seguridad: Esta iniciativa mejora la cultura de seguridad con un compromiso con ocho principios fundamentales de liderazgo en seguridad. La carta compromete a los líderes de la aviación a fomentar una cultura orientada a la seguridad en todas sus organizaciones. El número de directores ejecutivos de aerolíneas comprometidos con la carta ha llegado a 100.
  • El «IATA Connect», una plataforma y aplicación en línea que mejora la colaboración y la supervisión de la seguridad. Es un centro central para que las aerolíneas, auditores y reguladores accedan fácilmente a información y orientación crítica relacionada con la seguridad, incluida la documentación de IOSA, Safety Issue Hub y Safety Connect (un foro de discusión sobre cuestiones de seguridad). Esto simplifica el intercambio de información, respalda la gestión de riesgos con conocimientos basados ​​en datos y promueve la colaboración.

Datos para la mejora continua

Los datos son vitales para la mejora continua de la seguridad aérea, especialmente a medida que avanzan las capacidades de big data, aprendizaje automático e inteligencia artificial. Con el programa Global Aviation Data Management (GADM), la IATA está asumiendo un papel de liderazgo respaldado por los crecientes activos de datos de la industria. Al analizar datos de fuentes como Flight Data eXchange (FDX) y Incident Data eXchange (IDX), se identifican conocimientos críticos que permiten a las aerolíneas y a los reguladores tomar decisiones informadas. Por ejemplo,

  • Al utilizar datos GADM, IATA identificó nuevas áreas donde la pérdida de señal GPS se estaba convirtiendo en un riesgo para la seguridad, brindando información crítica a los profesionales de seguridad de la industria que les ha permitido abordar los riesgos asociados con esto.
  • La plataforma Turbulence Aware de IATA comparte datos en tiempo real, lo que permite a los pilotos y despachadores mitigar los riesgos derivados de las turbulencias en vuelo.

“El papel de los datos en la aviación no hará más que crecer. Al analizar y compartir datos de múltiples fuentes y millones de vuelos, podemos ver patrones que de otro modo serían indetectables. Y a partir de este análisis, encontraremos innovaciones que mejorarán la seguridad, elevarán la eficiencia al siguiente nivel y contribuirán a nuestro objetivo de cero emisiones netas de carbono para 2050”, concluyó Walsh.