Por Jeff Peet, Editor en Jefe.

  1. Se ha hablado mucho de la resiliencia de la aviación civil. Muchos incluso sostienen que ninguna otra industria habría podido resistir una crisis como ésta, no obstante haber sido uno de los sectores económicos más afectados y del que dependen tantas otras áreas como el turismo. En ese contexto, la pregunta que surge inmediatamente es: ¿Hasta cuándo podrá la industria soportar tan adversas condiciones para operar? O derechamente, ¿Qué requiere para seguir operando, en función de lo que se viene?

 

La crisis provocada por la pandemia del coronavirus, no tiene precedentes y sus efectos en la economía y en nuestra forma de vida se mantendrán por un tiempo. Este año ha sido muy complejo para todos, sector privado y sector público, y la población de manera general se ha visto afectada.

 

En los últimos meses, hemos visto el reinicio de operaciones globalmente y, a pesar de saber que es un camino largo, nos sentimos positivos sobre el comienzo del trayecto hacia la recuperación del sector viajes y turismo con las nuevas medidas de seguridad para todos.

 

Para poner en contexto, en Estados Unidos los volúmenes de pasajeros tardaron 3 años en recuperarse del 11 de septiembre de 2001 y más de 7 años en recuperarse de la crisis financiera mundial de 2008. Una vez que se recupere la demanda, se necesitarán años para saldar la deuda acumulada, lo que limitaría la capacidad de las aerolíneas para reinvertir en sus productos.

 

Nuestra industria se está adaptando casi a diario a los desafíos únicos a corto, mediano y largo plazo de la pandemia. Ya vimos algunas empresas desaparecer durante este año y tantas otras reducir su operación al mínimo para mantenerse viables. Por ello es clave recalcar que una segunda ola de restricciones de movilidad pondría a la industria en una situación aun más compleja, poniendo en riesgo millones de empleos más en todo el mundo.

 

Mirando hacia adelante, es muy importante enfocarnos en mantener la operación de manera eficiente y segura, eliminar barreras regulatorias y reforzar la confianza de los viajeros.

 

 

  1. ¿Cuál es el área de la industria más afectada, incluyendo a todos los aspectos que abarca y considerando que la aviación comercial es parte de una gran cadena de abastecimiento?

 

Toda la cadena de valor de la industria ha sido afectada en proporciones similares. Por un lado, las aerolíneas enfrentan pérdidas de ingresos por pasajeros de 419 mil millones dólares y un 54.7 por ciento menos tráfico en 2020 comparado con 2019; los aeropuertos calculan pérdidas estimadas del 60 por ciento de tráfico de pasajeros y más de 104.5 mil millones en pérdidas de ingresos aeroportuarios en 2020 respecto de 2019; las compañías de MRO suman pérdidas de ingresos de aproximadamente 41 millones de dólares, un 45 por ciento menos ingresos que en 2019.

Igualmente, se ha calculado una disminución en los ingresos por turismo internacional a entre 910 mil millones y 1.170 mil millones de dólares en 2020, frente a los 1.5 billones de dólares generados en 2019. Para el comercio mundial, se ha calculado una caída del 9.2 por ciento en el volumen del comercio mundial de mercancías en 2020, en comparación con 2019.

La aviación tiene un rol importante en la cadena global de abastecimiento, siendo responsable del transporte del 40 por ciento de los bienes, principalmente en las barrigas de los aviones que transportan pasajeros. La reducción del tráfico, las pérdidas en la conectividad global y la capacidad de operación reducida, tienen un impacto en la cadena de suministro global.

 

 

  1. La aviación civil ha experimentado enormes avances en las últimas décadas y ha tenido la voluntad y la visión de incorporar tecnologías de punta, para proteger el medio ambiente y ser cada vez más sustentable, a un costo no menor. ¿De qué manera la crisis que hoy atraviesan pudiera ralentizar esa tendencia, en virtud de que los recursos hoy son escasos y podrían destinarse a otras prioridades?

 

La industria de la aviación mantiene su compromiso firme con el medioambiente y una operación cada vez más sustentable y esto no se ha visto alterado por la pandemia. Aeronaves modernas, el desarrollo de nuevas tecnologías y la producción a gran escala de combustibles sustentables, son algunas de las formas en que la industria sigue invirtiendo para alcanzar un transporte aéreo cada vez más sustentable.

 

La industria continúa avanzando en los 3 objetivos planteados hace una década:

  1. Mejorar la eficiencia en consumo combustible en un 1.5 por ciento anual, entre 2010-2020
  2. Alcanzar el crecimiento neutral de carbono en 2020
  3. Reducir para 2050, las emisiones netas en un 50 por ciento en comparación con 2005

 

 

  1. ¿Qué buenas prácticas o nuevos procedimientos, me refiero a tecnologías nuevas para satisfacer las medidas de prevención frente a esta pandemia, han debido implementar como industria y que le interesaría destacar?

 

La pandemia ha acelerado el proceso de digitalización de la aviación comercial. Sobre todo en la adopción de tecnologías que aumentan la eficiencia en la operación y las tecnologías que permiten una experiencia de viaje “sin contacto”, lo cual hace aún más seguro viajar, en términos de salud.

 

Desde la compra de tiquetes aéreos, el check-in online, pasando por el despacho de equipaje y el abordaje automatizados con sistemas biométricos, la industria se ha enfocado en implementar con agilidad soluciones que reduzcan la interacción y el contacto durante la experiencia de viaje.

 

Estas tecnologías ya venían tomando relevancia, pero el contexto global y las recomendaciones de bioseguridad han acelerado su implementación. Es algo sumamente positivo que continuará generando beneficios, una vez superada la crisis sanitaria.

 

Podemos mencionar también la avanzada tecnología de las aeronaves. Desde hace ya varios años, los aviones cuentan con filtros HEPA que eliminan el 99.99% de las partículas de aire, incluidos virus y bacterias. Este sistema de los aviones permite circular el aire en la cabina cada 2 a 3 minutos, lo que es sustancialmente más frecuente que en un hospital, por ejemplo, donde esto ocurre cada 10 minutos.

 

 

  1. ¿En comparación a otras regiones del mundo, cuál es la situación de la aviación comercial latinoamericana y cuánto tiempo cree que tardará en recuperarse? ¿Tienen algún pronóstico?

 

Se estima que la aviación latinoamericana y del Caribe cerrará el 2020 con un 50% de la operación originalmente planificada, año en el que se esperaba un crecimiento de alrededor de 5%  respecto de 2019, cuando se transportaron más de 300 millones de pasajeros en la región. Esto representa una caída importante en un territorio donde el tráfico de pasajeros, venía creciendo ininterrumpidamente en los últimos 16 años y que tenía perspectivas de doblar en los próximos 10 años.

 

La recuperación no será tan rápida. Se estima que en 2025 volveríamos a ver los niveles de tráfico de 2019 en la región, comenzando con una recuperación de los mercados domésticos más robustos y consolidados, como Brasil y México, seguido por el mercado de viajes étnicos de visita a amigos y familiares, como Colombia-España, México-USA, Brasil-Portugal y Ecuador-España, y más adelante los viajes de trabajo.

 

Los mercados deberán volverse más competitivos para atraer nuevamente las operaciones aéreas y a los pasajeros. Lograr la armonización regional y evitar la proliferación de regulaciones diferentes e ineficientes que complejicen y agreguen costos a las operaciones, es fundamental en la recuperación.

 

 

  1. ¿Costará mucho que los usuarios recuperen la confianza, para contar con la aviación como herramienta de trabajo o como parte de estrategias de negocios?

 

Según una encuesta realizada por la IATA, de los pasajeros que han viajado desde junio, el 86 por cientp dice haberse sentido seguro al viajar, siendo la mayor fuente de preocupación la posibilidad de contagiarse del pasajero sentado al lado.

 

Las cabinas son sumamente seguras y los números lo demuestran. De mil 200 millones de pasajeros transportados, sólo se reportaron 44 casos potenciales. Esto significa 1 en cada 27.3 millones de pasajeros. Estos casos, además se reportaron antes de implementarse los protocolos de bioseguridad.

 

El uso de máscarillas y el cumplimiento de protocolos es fundamental. También, la configuración de las cabinas hacen de la aviación el medio más seguro: los asientos y pasajeros se sientan hacia adelante y no hay interacción cara a cara, los respaldos son una barrera sólida, el aire en cabina circula cada 2 a 3 minutos y el flujo del aire hacia abajo, evita el contacto con las zonas respiratorias de los pasajeros.

 

 

  1. ¿Cuál es la opinión que tiene ALTA y sus miembros, de la respuesta de los gobiernos de la región, a las inquietudes de la industria frente a su casi total paralización? ¿Pudo ser mejor?

 

Acompañamos la urgencia de los gobiernos por proteger a la ciudadanía y estamos conscientes del impacto económico que ha tenido la emergencia sanitaria en el sector público. Sin embargo, como industria, hemos hecho un llamado a los gobiernos de la región para tomar medidas que también protejan millones de empleos mientras se garantizan las medidas de salud y seguridad.

 

De acuerdo con datos de la WTTC, cerca de 11 millones de empleos están en riesgo en el sector viajes y turismo en América Latina y el Caribe, y el PIB de la región perdería cerca de 200 mil millones de dólares provenientes de este sector, en 2020. Es urgente continuar los esfuerzos para recuperar rápidamente la actividad y brindar confianza a los pasajeros.

 

Se trata de una situación sin precedentes a nivel global y ha habido – y todavía hay – mucho por saber. Como industria, nos hemos adaptado con agilidad a las necesidades del nuevo contexto para cuidar a los usuarios, empleados y ciudadanía y es importante mantener los cielos abiertos, sin agregar barreras regulatorias adicionales y mantener la comunicación y trabajo articulado industria-gobierno.

 

Nuestro llamado a los gobiernos es a adoptar un enfoque equilibrado, basado en la evaluación de riesgos, eliminando las cuarentenas y estableciendo requisitos estandarizados de pruebas previas al vuelo, reabriendo las fronteras y permitiendo la entrada de viajeros de cualquier nacionalidad, que lleguen por vía aérea.

 

Estamos a favor de un enfoque consistente globalmente, en relación a las pruebas a los pasajeros internacionales como alternativa más eficaz frente a las medidas de cuarentena, ayudando así a restablecer la confianza de los viajeros, lo cual tendrá un notorio efecto beneficioso en el turismo y las economías locales.

 

 

  1. ¿Han hecho ustedes como asociación un análisis de cómo mejorar la relaciones con “stakeholders”, como reguladores y gobiernos, para que cuando una situación como ésta se repita, poder aspirar a un reinicio de operaciones más temprano y efectivo, y de esa forma minimizar el perjuicio?

 

El trabajo articulado industria – gobierno siempre ha sido importante y en el contexto actual ha cobrado aun más relevancia y urgencia. La industria de viajes y del turismo, es fundamental para las economías. Se trata de un potente generador de empleos (17 millones puestos de trabajo en la región, lo que representa un el 8 por ciento del total de ellos) y un motor de numerosos sectores económicos y cadenas de suministro, llevando desarrollo y oportunidades a más lugares, incluso remotos.

El grupo CART liderado por la OACI, es un gran ejemplo del trabajo articulado industria-gobierno. La elaboración de recomendaciones de operación basadas en los fundamentos de las entidades de salud, ha sido clave para el reinicio seguro de operaciones. Es importante lograr la aplicación estandarizada de los protocolos globalmente.

 

 

  1. ¿En relación a la conferencia que organizaron entre el 6 y 8 de diciembre de 2020 en la Riviera Maya (México), el CCMA & MRO sobre Mantenimiento y Compras Técnicas y cuya primera edición data de 1963, les costó mucho tomar la decisión de realizarla en las actuales circunstancias? ¿Hubo muchas visiones contrapuestas con respecto a llevarla a cabo, al interior de la industria o es una señal de, como se dice en inglés, “it’s business as usual”, para proyectar confianza?

 

Ciertamente fue una decisión compleja. En primer lugar evaluamos la situación de bioseguridad, en el sentido de que existieran las condiciones necesarias para desarrollar un evento de manera segura, para todos los participantes.

 

Por ello decidimos hacer la conferencia en el Caribe Mexicano, cuyos destinos Cancún y Riviera Maya fueron los primeros en recibir el sello de seguridad para viajeros “Safe Travels”, otorgado por la WTTC.

 

Considero que la Conferencia ALTA CCMA MRO, al ser la única en su tipo de carácter presencial de la industria aérea desde que comenzó la pandemia, tuvo y cumplió un rol importante en cuanto a enviar un mensaje de confianza al mundo.

 

Si bien adoptamos nuevas medidas que minimizan el contacto y tecnologías que favorecen los contactos por la vía virtual, la interacción cara a cara no será sustituida del todo. Somos seres sociales y necesitamos la interacción cercana, en lo personal y profesional.

 

Se puede decir que ALTA es pionera en retomar las actividades presenciales y, en la CCMA & MRO lo hicimos de manera muy responsable, siguiendo rigurosos protocolos de higiene, limpieza y bioseguridad, recomendados y validados por autoridades nacionales e internacionales.

 

Estimo que dimos el ejemplo y practicar lo que predicamos como asociación y como industria. Demostramos, una vez más, que la aviación es el medio de transporte más seguro y bioseguro.

 

 

  1. ¿Cuáles fueron las principales conclusiones de ese evento que, como usted ha señalado, fue el único de carácter presencial del segundo semestre de 2020 de la aviación latinoamericana y del Caribe, en relación a los pasos a seguir en el marco de esta pandemia y teniendo en cuenta que asistieron representantes de más de 60 representantes de aerolíneas y 200 de empresas proveedoras?

 

La Conferencia ALTA & CCMA MRO cumplió con gran éxito el objetivo de promover encuentros que facilitaron conversaciones fructíferas entre proveedores y aerolíneas, sobre qué necesita el sector para ser más eficiente, cómo aprovechar las tecnologías y recursos para el desarrollo y, especialmente este año, para la recuperación.

 

Se trató de una reunión que tiene cerca de 60 años de historia, en la que se generaron encuentros positivos y de alto valor para el desarrollo de la aviación latinoamericana.

 

Entre los temas tratados en esta última versión, destacaron: El Big Data y cómo el buen manejo de los datos nos puede ayudar a predecir el mantenimiento de las aeronaves; los desafíos de fundar aerolíneas en la región y cómo mejorar el servicio de mantenimiento, entre otros.

 

Este es un momento para enfocarnos en generar eficiencias para mantener sostenible a la industria en los próximos años, que sabemos serán aún duros. En ese sentido, el diálogo entre las aerolíneas y los proveedores que se dio en la más reciente Conferencia CCMA & MRO, nos permite tener un mejor entendimiento de las necesidades de los operadores y generar las soluciones que ellos necesitan.