Fuente: ACI-LAC

1.- Cómo nueva Vicepresidente de la Junta Directiva de Airports Council International para América Latina y el Caribe, ¿cuáles serán los principales retos del sector para este nuevo año?

Puedo decir que 2021 nos deja un mensaje de optimismo cuando vemos hacia adelante por varios motivos: el proceso de vacunación en Latinoamérica y Caribe va muy bien en comparación con otras regiones y el viajero ya tiene la confianza de trasladarse. Vemos como varios países de la región han tenido una buena recuperación de sus tráficos de pasajeros y capacidad, como es el caso de México, que se encontraba sólo 10% por debajo de los niveles prepandemia en octubre de 2021, o República Dominicana, que sólo estaba 5% por debajo. Esto da esperanzas a que en 2022 continúe la recuperación de la industria en toda la región.

A pesar de este panorama esperanzador siguen existiendo retos que atender. Con el surgimiento de nuevas variantes del COVID19, la industria sigue. Por esto es importante que no se baje la guardia y recordar que el transporte aéreo no es un vector de contagio.

Igualmente, es fundamental que los aeropuertos y los gobiernos no descuiden la sostenibilidad económica de la industria, y las inversiones pendientes para seguir siendo competitivos. Para lograr esto, es fundamental que se trabaje en conjunto ya que la mayoría de los aeropuertos en la región son gestionados por actores privados y es necesario plantear soluciones que no incrementen los costos de operación de las aerolíneas, pero que tampoco afecten la recuperación económica de las terminales aéreas y por lo tanto de los viajes.

Otro de los grandes retos que enfrenta la región es que los países acepten las vacunas de otros, un proceso que ha sido muy lento y que actualmente ya no tiene mucha justificación. Por eso desde ACI-LAC estamos trabajando para asegurar que haya un reconocimiento mutuo de los certificados que se expiden en cada país.

Igualmente, que se realicen las inversiones necesarias para asegurar que el tratamiento de la carga se haga de forma moderna, eficiente y segura.

2.- Uno de los temas cruciales de la industria aeroportuaria es la descarbonización. Los miembros de ACI establecieron una meta sectorial de cero emisiones netas para 2050. ¿Cómo cree que será este proceso para los aeropuertos de América Latina y el Caribe? ¿Qué papel deben jugar los aeropuertos en el proceso de descarbonización de la industria del transporte aéreo?

Actualmente los aeropuertos trabajan muy duro para limitar las emisiones de dióxido de carbono a través de la instalación de parques de generación fotovoltaicos para la producción de energía solar, así como otro tipo de soluciones que, además de reducir la emisión de CO2, permitan hacer las operaciones más eficientes y económicas.

Los aeropuertos están conscientes del reto, está claro el compromiso y desde ya están trabajando en introducir las acciones necesarias para lograr cero emisiones netas para 2050.

El rol a jugar por los aeropuertos será fundamental, proporcionando la infraestructura necesaria para los nuevos tipos de aviones que se espera operen en el futuro. Tres tipos en particular: SAF (Sustainable Aviation Fuel), que es la ruta más lógica en este momento, pero después hay dos retos más que son totalmente nuevos, como los aviones propulsados por hidrógeno y los eléctricos. Allí estamos todavía en un momento muy temprano, tratando de entender exactamente cuáles son las inversiones en infraestructura necesarias para satisfacer esas demandas.

3.- El grupo VINCI Airports, del que AERODOM forma parte desde 2016, es reconocido mundialmente por su compromiso con la sostenibilidad del sector. ¿Qué destacaría de los esfuerzos ambientales dedicados por AERODOM en todos los aeropuertos que gestiona?

En línea con la estrategia AirPact de VINCI Airports, AERODOM ha puesto un especial enfoque en la gestión ambiental de sus aeropuertos, velando por la biodiversidad y los espacios verdes, reduciendo el consumo de agua, facilitando la clasificación y reciclaje de residuos, reduciendo el consumo de energía y aprovechando las energías renovables. Entre 2017 y 2019, los seis aeropuertos administrados por la empresa redujeron sus emisiones de CO2 por pasajero en un 20%, equivalentes a 1,500 toneladas métricas por año, a pesar del crecimiento en pasajeros y operaciones experimentado durante el período. Este importante esfuerzo fue reconocido mediante la obtención del Nivel 2 “Reducción” del Programa de Acreditación de Huella de Carbono, Airport Carbon Accreditation (ACA), que otorga ACI-LAC.

En la actualidad, AERODOM cuenta con parques de generación fotovoltaicos en todas sus instalaciones con una capacidad instalada de 6.8MW, siendo el principal autogenerador de energía solar privado en el país.

Tenemos el compromiso de reducir nuestra huella de carbono de todas las formas posibles y nos mantenernos explorando activamente una gama de nuevas tecnologías que reducirán aún más las emisiones de nuestras operaciones aeroportuarias.

4.- En un mercado que todavía es mayoritariamente masculino pero con muchas mujeres profesionales valiosas que están emergiendo en puestos ejecutivos, usted se destaca como exitosa CEO de una red de aeropuertos en la República Dominicana. ¿Cómo ha sido su experiencia en los más de 10 años que lleva en la industria aeroportuaria y qué consejo le daría a las mujeres que empiezan en la industria?

Uno de los obstáculos con los que se enfrentan las mujeres en su vida profesional es el llamado techo de cristal, una barrera invisible que les impide progresar en su carrera profesional y alcanzar puestos directivos o de mayor responsabilidad.

En mi caso, de 2009 al 2011 me desempeñé como directora Jurídica de la empresa, y desde 2012 se me ofreció la oportunidad de ocupar la dirección general de la empresa.

AERODOM desde sus inicios ha sido una empresa visionaria que ha confiado y dado oportunidad a las mujeres. Lamentablemente esta realidad no es la norma en todas las empresas, por lo que reconozco que mi caso sigue siendo una excepción y no una regla.

Confío en que cada vez más veremos una mayor participación de las mujeres, y que será posible romper esos techos de cristal que muchas veces frenan la participación femenina en posiciones de liderazgo.

El techo de cristal más difícil de romper es el que nos autoimponemos. El peso de la crianza de los hijos recae en las mujeres y esto hace retroceder sus carreras, les impone cargas adicionales o les obliga a elegir. Se trata de un filtro muy importante, y esto es aún más cierto en América Latina debido a la cultura. Por eso les digo que se atrevan a soñar y confíen en su capacidad.