Fuente: FAA

 

El administrador de la FAA, Steve Dickson, firmó hoy un pedido que allana el camino para que el Boeing 737 MAX vuelva al servicio comercial. La acción del administrador Dickson siguió a un proceso de revisión de seguridad integral y metódico que tardó 20 meses en completarse. Durante ese tiempo, los empleados de la FAA trabajaron diligentemente para identificar y abordar los problemas de seguridad que jugaron un papel en la trágica pérdida de 346 vidas a bordo del vuelo 610 de Lion Air y el vuelo 302 de Ethiopian Airlines. A lo largo de nuestro proceso transparente, cooperamos estrechamente con nuestras contrapartes extranjeras en todos los aspectos de la vuelta al servicio. Además, el administrador Dickson tomó personalmente el entrenamiento de piloto recomendado y pilotó el Boeing 737 MAX, para poder experimentar el manejo de la aeronave de primera mano.

Además de rescindir la orden que dejó en tierra la aeronave, la FAA publicó hoy una Directiva de aeronavegabilidad que especifica los cambios de diseño que deben realizarse antes de que la aeronave vuelva al servicio, emitió una Notificación de aeronavegabilidad continua a la comunidad internacional (CANIC) y publicó los requisitos de capacitación MAX. Estas acciones no permiten que el MAX vuelva inmediatamente a los cielos, ya que la FAA debe aprobar las revisiones del programa de entrenamiento de pilotos para cada aerolínea estadounidense que opere este tipo de aeronave y conservará su autoridad para emitir certificados de aeronavegabilidad y de exportación de aeronavegabilidad para todos los aviones 737 MAX nuevos fabricados, desde que la FAA emitió la orden que imposibilitó que siguiera volando. Además, las aerolíneas que han estacionado sus aviones MAX, deberán tomar los pasos de mantenimiento necesarios para prepararlos para volar nuevamente.

El diseño y la certificación de esta aeronave, incluyeron un nivel sin precedentes de revisiones colaborativas e independientes por parte de las autoridades de aviación de todo el mundo. Esos reguladores han indicado que los cambios de diseño de Boeing, junto con los cambios en los procedimientos de la tripulación y las mejoras en la capacitación, les darán la confianza para validar la aeronave como segura para volar en sus respectivos países y regiones. Luego del regreso al servicio, la FAA continuará trabajando en estrecha colaboración con nuestros pares del ámbito de la aviación civil extranjeros, para evaluar cualquier mejora adicional potencial para la aeronave. La agencia también llevará a cabo la misma supervisión de seguridad operativa rigurosa y continua del MAX, que brindamos para toda la flota comercial de EE. UU.