Por Exequiel Sanhueza Yáñez*

Por definición, el pasajero disruptivo es aquél que adopta en una aeronave en tierra o en vuelo conductas alteradas, violentas o revoltosas que interfieren en las obligaciones y funciones normales de la tripulación y que además perturba la tranquilidad del resto de los pasajeros.

Al respecto la OACI señala: La expresión “pasajero insubordinado o perturbador” se utiliza desde siempre en referencia a aquellos “pasajeros que no respetan las normas de conducta a bordo de las aeronaves o que no siguen las instrucciones de los miembros de la tripulación y de ese modo perturban el orden y la disciplina a bordo.»

Cualquiera que sea el nombre con que se le designe, ya sea disruptivo, insubordinada o perturbador, es un pasajero que altera la normalidad dentro de una aeronave y que obliga a la Tripulación de Cabina y al Comandante de la Aeronave a tomar medidas según el protocolo que tiene cada línea aérea.

Para mayor claridad, algunos de los siguientes casos, son considerados pasajeros disruptivos:

  • No acatar de las instrucciones normales de la tripulación, tales como: ajustarse cinturones, no fumar, no usar equipos electrónicos en despegue y aterrizaje.
  • Manifestar conductas que atenten contra la moral y buenas costumbres, tales como: abusador, exhibicionistas, pedófilos.
  • Conductas inadecuadas derivado del alcohol, drogas, medicamentos o combinación de alguno de ellos, generando abusos o amenazas a pasajeras y tripulantes.
  • Conductas que signifique afectar la seguridad de vuelo al intentar abrir puertas o ventanillas de emergencias, como también intentar dañar la aeronave o los equipos de emergencias
  • Conductas que atenten contra su propia integridad física.
  • Intentar no cumplir con las medidas sanitarias actualmente en uso.

Me ha llevado escribir acerca de este inquietante tema porque recientemente la FAA- Agencia Federal de Aviación de USA, ha manifestado su preocupación debido a un aumento significativo de incidentes derivados de que, algunos pasajeros de líneas aérea han mostrado conductas amenazantes o violentas cuando las tripulaciones de cabina les han exigido el uso de mascarillas a bordo.

Además, la FAA ha iniciado más de 1.300 acciones de ejecución contra pasajeros rebeldes durante los últimos 10 años y es por ello que la Agencia ha afirmado severamente que: “Los pasajeros que interfieran, asalten físicamente o amenacen con asaltar físicamente a la tripulación de una aeronave o a cualquier otra persona en una aeronave enfrentan severas sanciones, que incluyen multas de hasta $ 35,000 y encarcelamiento. Este comportamiento peligroso puede distraer, interrumpir y amenazar las funciones de seguridad de los miembros de la tripulación.”

Estos problemas cuando llegan a bordo de las aeronaves, en definitiva, alteran la comodidad de los pasajeros, comprometen la seguridad de vuelo y en la mayoría de los casos generan atrasos en las salidas de los vuelos, generando además pérdidas significativas a las líneas aéreas y seguramente perdidas de conexiones de pasajeros que trasbordan.

¡Nadie se ve favorecido con tener a bordo pasajeros disruptivos!

La solución del problema, está en la educación de los futuros pasajeros, mediante afiches en las agencias de viaje, información en páginas web: de los operadores aéreos; de las agencias de viaje; de los operadores mayoristas e incluso al reverso de las tarjetas de embarque.

(*) Exequiel Sanhueza Yáñez, es un Piloto de Transporte de Línea Aérea retirado y actualmente se desempeña como Profesor del Instituto de Capacitación Aeronáutica (ICA), Córdoba, Argentina.