Por Marianela Cartagena*

El trabajo en equipo y la creatividad, dos capacidades tan necesarias siempre y especialmente en estos días de pandemia, son poco estudiadas en los colegios, universidades y otros ámbitos educativos. Entenderemos como trabajo en equipo a una entidad social altamente organizada y orientada a la consecución de una meta común, compuesta por un reducido número de personas que adoptan e intercambian roles y funciones, con flexibilidad y de acuerdo a un procedimiento que dispone de habilidades para manejar procesos socio-afectivos, en un clima de respeto y confianza.

Efectos de la conducta de cooperación dentro de los equipos

La confianza y lealtad producen conductas orientadas hacia una meta común y apertura al diálogo. Se fomenta la comunicación y la creatividad profundizado en el conocimiento de las personas. El historiador Arnold Toynbee, propuso la tesis de “reto y respuesta”, donde las civilizaciones sostienen su existencia en virtud de su desarrollo creativo, en respuesta a nuevos retos a gran escala, los cuales a su vez suelen ser consecuencia de su desarrollo previo («La Danza del Cambio” de Peter Senge, otra referencia).

En este sentido, los retos son oportunidades para mejorar, para ejercer nuestra atención, comprensión y creatividad.

¿Qué es la creatividad? Existen muchas definiciones, una de ellas podría ser la “forma especial de productividad intelectual que se expresa en soluciones o combinaciones de respuestas, pero por otra es casi una dimensión del carácter”, sostuvo Eduardo Llanos Melussa, psicólogo, poeta y académico de la Universidad Diego Portales en Chile, en «¿Qué es Creatividad?» (Revista «Creces», abril 1988).

Alejandro Schnarch Kirberg dice a propósito de trabajo en grupo, que resulta interesante recalcar que la creatividad grupal, a menudo, es más efectiva que la individual. En su libro “Creatividad e Innovación” reconoce lo que él llama Círculos de Creatividad, que son un Equipo de Trabajo de cinco a siete personas de un área específica, que voluntariamente se reúnen para proponer ideas e innovaciones que mejoren su trabajo o resolver problemas. “Aunque los Círculos de Creatividad guardan cierta similitud con los Círculos de Calidad, su integración, objetivos y funcionamiento pueden ser diferentes, estos también se enfocan en la creatividad exploratoria y al azar. La sola visión de un problema ya es un acto creativo, en cambio su solución puede ser producto de habilidades técnicas”, señala en su libro.

Identificar el problema y analizarlo en equipo es una dinámica muchísimo más provechosa, creativa y motivadora, que seguro logrará mejores resultados que un proceso en solitario. «El equipo entusiasma, transforma, genera una intención creativa que ningún otro estímulo puede crear», reafirma Schnarch. El grupo no sólo es importante porque varias cabezas piensan más que una, sino porque es el marco más adecuado para alimentar intenciones de cambio, motivar y acompañar proyectos innovadores, estimular y ayudar a convivir con el riesgo que implica toda acción creativa.

Este trabajo en equipo con Comunicación, Creatividad y Recursividad, es la experiencia que tuve durante mi trabajo en vuelo y tierra en Lan Chile, entre los años 1976 y 1993 y que he seguido viendo en todo el acontecer aeronáutico, tanto en vuelo como en los distintos aeropuertos de varios continentes en que me ha tocado aterrizar.

Recuerdo abril de 2020, cuando Latam y Aerolíneas Argentinas despegaron juntas desde Santiago de Chile, en dos vuelos directos a China, de 48 horas de duración, con cuatro tripulaciones completas de mando cada una, para efectuar los turnos de vuelo con una inédita escala técnica en Nueva Zelanda, para ir a buscar insumos médicos para paliar el Covid 19.

Y es que este vuelo transoceánico tuvo como antecedente un hito en la historia de Lan Chile (1985) cuando partió el primero de los trece vuelos del Proyecto Vuelo Tres Océanos, Atlántico, Indico y Pacifico Sur, liderados desde la Gerencia de Operaciones por los comandantes de aeronave señores Exequiel Sanhueza Yáñez y Marcelo Canobra Álvarez. Después se efectuaron cuatro vuelos a China Proyecto Oriente-Occidente (1987-1989) y en todos ellos participé desde mi trabajo en tierra, como secretaria de la Gerencia de Operaciones de Lan Chile.

El Trabajo en Equipo es el secreto que hace que personas normales alcancen resultados extraordinarios y es también uno de los cuatro componentes de la inteligencia interpersonal de la que hablan Hatch y Gardner. Es que pareciera ser que la clave estaría en lograr reunir el talento con la empatía, ya que reconocen y responden a los sentimientos y las preocupaciones de las personas.

(*) Marianela Cartagena Muñoz, es Psicóloga de la Universidad Diego Portales de Santiago de Chile, Directora Ejecutiva de MCMSilva consultores y ha desarrollado una extensa carrera en la aviación comercial de su país. Ella puede ser contactada en mcartagena@mcmsilva.cl